domingo, 6 de enero de 2008

ARTE CRÍTICO - REBELIÓN CREADORA


"Desde fines de los setentas diversos grupos, movimientos y artistas han sostenido una trayectoria experimental a contracorriente del conservador contexto limeño"


"Toda práctica radical incluye una subversión cultural como revolución de la percepción"

LA REBELIÓN CREADORA DEL ARTE CRÍTICO

Desde fines de los setentas he participado en diversas experiencias, cada una con su identidad y mayor o menor aporte de logro, del ahora denominado Arte Crítico.

Desde luego, ninguno de los que vivíamos los procesos podíamos saber hasta donde íbamos a llegar o si, siquiera, quedaría alguna memoria de lo hecho pero, luego de ser parte de varios grupos de corta vida, me quedó claro que para derrotar al monstruo había que sistematizar experiencias, debía de construir una memoria para aprender de la suma de virtudes y errores de las estrategias y acciones. Puedo decir, entonces, que diversos grupos, movimientos y artistas han sostenido a lo largo de años una trayectoria experimental a contracorriente en el hostil contexto limeño; que fueron y son expresión de capacidad de indignación ética ante la indiferencia social, la moralidad hipócrita y los males de la realidad nacional. Ahora poseemos una tradición libertaria - orden cronológico de eventos y sus respectivos contextos identificando posiciones y roles de grupos e individuos –, que nos provee de fortaleza para derrotar el aislamiento, el desaliento y la marginación.


El sociologismo y humor de “Arte al Paso” de Huayco (1979-1981); el “Arte de la Basura” de los “Bestiarios” (1984-86), el “Arte de la Fotocopia” del “Taller NN” (1988-90); la efervescencia creativa en diálogo con la calle de los “Festivales de Arte Total” (experiencia notable la Carpa-Teatro del puente Santa Rosa, 1986), el experimentalismo lúdico y creativo de "Arte-Vida", son algunas de estas experiencias del Arte Crítico.

Los puntos de partida del arte crítico fueron y son:

a) introspección crítica para superar los sesgos arbitrarios de la formación profesional transformando ideas contradictorias a nuestros intereses;
b) criticidad radical en un medio autocomplaciente y de intereses creados;
c) liberarse de tutelajes –familia, iglesia, militares, empresa privada, partidos políticos- y sus respuestas preconcebidas, abriendo la posibilidad a estrategias creativas flexibles;
d) no tener temor a abrir caminos sin referentes previos aprendiendo a lidiar con la angustia y la incertidumbre dentro del proceso creativo;
e) frente a la noción de una obra de arte bella y sentimental –“eterna” y “universal”- el Arte Crítico pone al centro de la creación artística la comunicación, y, a partir de esta idea ha generado obras-acción intelectualmente densas, muchas de ellas efímeras y con buena dosis de humor, que parten de la realidad social para tomar distancia de los mecanismos de manipulación emocional, sean del consumismo o de supersticiones o creencias ideológicas autoritarias;
f) rechazando la mera figuración personal - el “artista genio excepcional” – y el rol del público como espectador pasivo.

A pesar de la pobreza del país y sobre todo, la dependencia que no favorece la investigación, la experimentación autónoma y la actualización, el Arte Crítico ha sabido entrar en diálogo con la evolución del concepto de arte internacional en el tiempo, asumiendo al mismo tiempo que el cuestionamiento de las ideas básicas del arte y las raíces de la cultura occidental, el reto de su contextualización a la realidad local. La capacidad de diálogo, tanto con la Historia del Arte Universal como con los nuevos modelos culturales -que aparecen como un espacio privilegiado para la construcción de nuevas identidades-, es una valiosa fortaleza del Arte Crítico.

Convertir al arte en un catalizador de las potencialidades creativas inherentes a cada individuo vinculando la felicidad personal con el bienestar colectivo; lograr el despliegue de la creatividad en el amplio espectro de la diversidad; colaborar a la reconstrucción del tejido social y la recuperación del valor simbólico de los elementos que conforman el entorno humano permanecen como objetivos válidos.

"Sticker", Taller Huayco, 1980

El Arte Crítico que ha sabido entrar en diálogo con la evolución del concepto de arte en el tiempo (de la forma/objeto a la idea/proceso) asumiendo, por un lado, el cuestionamiento de las raíces de la noción “bellas artes o artes plásticas” de la cultura occidental y, por otro lado, el reto de su contextualización a la realidad local.

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