Junto al arqueólogo Gori Tumi visité (18-10-2013) zona de excavaciones en Puruchuco, luego de la visita le pregunté: “¿Qué hemos visto...?, él respondió: “Hemos observado un trabajo profesional de arqueólogos competentes de varias universidades que lo que están haciendo es llevar a cabo un registro detallado, minucioso de las evidencias que están apareciendo probablemente de varias toneladas que han estado removiendo... “(filmado en video).
Estas declaraciones pudieran dar pie a que a que lo que sucede en Puruchuco está bien, para evitar este craso error (de arqueólogos en su nube amoral) aquí la opinión de Tumi acerca de rescate:
“Los arqueólogos que hacen estos trabajos, estas "contratas", no tienen ningún compromiso moral, únicamente interés económico. Y su pericia mecanicista en el registro de los testimonios arqueológicos, por más elevada, no tiene ninguna relevancia científica, cuando de lo que se trata solamente es de "liberar" un monumento arqueológico. Este es el mismo espíritu del mercenarismo.
En la arqueología peruana la actitud mercenaria ha minado completamente las prerrogativas éticas y científicas.
Los grandes proyectos industriales, o los intereses mediáticos y oportunistas, como los de construir centros comerciales y habilitar sus accesos a costa del patrimonio cultural (como el caso de la huaca Puruchuco), requieren siempre de la labor servil y genuflexa, de aquellos que no tienen ningún reparo en asociar su nombre a la destrucción de nuestros monumentos nacionales.
En la liberación no hay buenas intenciones, y en la historia de la nación vamos a señalar, con nombres y apellidos, a aquellos arqueólogos que han prestado sus extraordinarias habilidades técnicas y su enorme profesionalismo, para desaparecer los testimonios de nuestra inigualable historia, en Lima y en todo el Perú, NADA MÁS QUE POR DINERO", Gori Tumi.
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