jueves, 12 de septiembre de 2013

Visite Ud. el museo de la elite del Perú



Visite Ud. el museo de la elite del Perú, pero no se olvide que el MAC LIMA es ejemplo de mala práctica en gestión cultural.
El MAC Lima, está levantado sobre atentado cultural: la destrucción de La Lagunita. Este museo se presenta arrogante e incapaz de admitir errores y de pedir disculpas.


Vecinos de Barranco añoran La Lagunita. Recuerdan su destrucción. Composición fotográfica difundida por Salvemos Barranco Asociación Civil (https://www.facebook.com/salvemosbarranco.asoc.civil)


Si la “cultura de la elite” se presenta soberbia y encerrada en sí misma no es extraño que muchos la vean con distancia, que les resulte indiferente o hasta les genere tirria y aversión.

Y artistas plásticos y visuales aparecemos conformistas y cómplices del hecho consumado. ¿Qué pasa... hemos perdido la capacidad de imaginar una realidad distinta?, ¿no aspiramos ya a un museo de arte que se relacione horizontalmente con la comunidad, un museo PÚBLICO cuya colección responda a la capacidad colectiva de memoria y reconocimiento y valoración de nuestra pluralidad de modos de creación artística?



Pintura de Szyszlo.


¿Saben qué pasa?, sucede que no estamos en la década del 40. El abstraccionismo y su énfasis en la expresión individual correspondieron, por un lado, a la euforia modernista por la técnica, y, por otro lado, a la creencia del valor de la originalidad, la innovación constante y lo nuevo como mejor que lo tradicional (visto como lo antiguo y obstáculo al “progreso”).




Ejemplos de “arte a semejanza de una máquina” en los jardines del MAC.

La euforia modernista por la técnica, es decir: las máquinas, corresponde al momento en que la ciencia y la razón eran vistas como la esperanza de mejora de la humanidad; ¿de dónde creen si no que viene ese afán de sintetizarlo todo en formas geométricas a semejanza de una máquina?, y, para dar un ejemplo, ¿qué es la pintura de Szyszlo si no volúmenes geométricos pero con su agregado de textura, atmósfera y color local o “ancestralista”?

Por otro lado, el énfasis exacerbado del valor de la originalidad(*) era para reforzar la visión del artista como ser proteico que maneja los demonios de la creación; sea como fuera, más bien era para distanciarse de lo social, dado que en el contexto de la Guerra Fría el enemigo era el comunismo, el cual hacia énfasis en lo colectivo y en la función social del arte... abstraccionismo era el oponente ideológico al arte comprometido.


Antes: luego de la 2da Guerra Mundial el mundo polarizado, o comunista o capitalista; ahora: caído el muro surge el pluralismo cultural, qué es la expresión política de la diversidad cultural y viene junto con la política de la identidad, porque el pluralismo cultural es la posibilidad del reconocimiento, respeto y valoración de las diferentes identidades en la dinámica de las sociedades democráticas.

Caído el muro de Berlín, finalizado el mundo bipolar (comunismo o capitalismo), surge la necesidad de reconocer que convivimos con la diversidad, emergen como temas centrales: la identidad cultural y los derechos culturales... y en este tema, el MAC es ejemplo de todo lo que no hay que hacer, es símbolo del pasado y de mala práctica en gestión cultural.
La elite impulsora del MAC cree que su cultura es la referencia para medir todas las culturas del planeta, desde un plano de superioridad se pretende universal. ¿Puede esto seguir sosteniéndose en la globalización?, hoy convivimos con las distintas culturas del planeta, surge la necesidad de la interculturalidad, para celebrar la diversidad dejando de lado prejuicios etnocentristas.

(*) Con la originalidad viene también la oposición “lo nuevo versus lo antiguo”; por eso la idea de la innovación constante, por eso la creencia de que lo nuevo es mejor que la tradición. Con la originalidad viene la subordinación de las culturas cuyo sistema de valores no pone como central el cambio constante; y de la originalidad viene el rechazo a la obra producida en serie (sea grabado, Diseño o “artesanía”). La originalidad, entonces, es un símbolo de distinción... en el fondo no es más que ignorancia etnocentrista.


A la derecha obra de Elliot Tupác.

 ¿Arte chicha en el MAC?

¡Ajá! , arte cholo en el MAC ¿¿¿al fin por fin D-E-M-O-C-R-A-C-I-A C-U-L-T-U-R-A-L...???, ¿¿¿por fin el sistema de valores de la cultura chicha es vista como igual al sistema de valores del arte de la clase media limeña???... ¿será?, no pues, NO ES, no pasa nada. Simple y llana cooptación del arte popular urbano, pues si la obra se presenta descontextualizada lo único que resulta es que se refuerzan los valores convencionales –esteticistas– por inercia, se refuerza el falso universalismo del arte de la elite. Pero si es un paso que la obra de E. T. este ahí, pues prefigura colecciones de arte peruano donde la palabra “peruano” abarque a la diversidad, lo que implica reconocimiento de la pluralidad cultural, implica reforma de la Historia del Arte y de los currículos de formación artística de colegios y escuelas de arte.

Recapitulando, el MAC es un museo privado y seudo público, La Lagunita era un parque público, por eso la indignación de vecinos barranquinos. Como museo privado sus impulsores pueden hacer lo que ellos quieran; y de eso se trata, difunden su arte y sus valores, ciudadanos solo nos queda mirar.
Pero no se puede detener la historia por más influencias que tengan los promotores del MAC, ya no cabe seleccionar y organizar las obras de arte con un criterio histórico lineal, tampoco dando por hecho que existe una cultura superior que se impone como el referente de valor universal, al que supuestamente las culturas incipientes-primitivas-emergentes-burdas-salvajes-incivilizadas, etc., deben copiar para ser consideradas culturas modernas.

Además estemos atentos al hecho de que violar el derecho a la identidad cultural genera violencia, museo de arte de la elite peruana ejerce violencia simbólica. Exijamos su profunda reforma.