lunes, 15 de agosto de 2016

Los medios azuzan la lubricidad de los varones


Estimular los instintos, animalizar, es un recurso que utiliza LA EMPRESA para vender sus productos. Y les funciona. Sino no sería una práctica cotidiana, naturalizada, lo de instrumentalizar el cuerpo de las mujeres –cosificarlas­– para lucrar. Convivimos con esta práctica (que involucra varias profesiones: publicistas, comunicadores, etc.), y “normal”… pero es síntoma de una sociedad enferma. El irrespeto y la subordinación de la mujer han derivado al maltrato, la vejación, la violación. Abuso que, por los múltiples testimonios compartidos, en muchos casos goza de impunidad. ¿Normal?, ¡NO!.

Y el mundo del entretenimiento (es evidente que las situaciones que desembocan en la criminalidad tienen que ver con valores convertidos en reflejos, y que transmiten los espectáculos de entretenimiento, Mirko Lauer) (1), y las “malcriadas” en sus distintas versiones (los medios que azuzan la lubricidad de los varones, RSS) (2) son parte del horizonte machista QUE DEBE CAMBIAR. 



Marcha #NiUnaMenos, 13-08-2016




(1) “El fenómeno contra el cual se marcha es complejo, con raíces hundidas en la psicología, la cultura, los usos y costumbres. Las situaciones que desembocan en criminalidad son cada vez más frecuentes, pero en el fondo son la punta de un iceberg hecho de variadas formas de discriminación cotidiana, dentro y fuera del hogar.
Es evidente que esto tiene que ver con valores convertidos en reflejos, y que transmiten el hogar, la educación, los espectáculos de entretenimiento, la conversación de las personas. En verdad el virus discriminador de mujeres flota en casi todas las formas de comunicación de nuestra sociedad”.
#NiUnaMenos, Mirko lauer, La República 12-08-2016
http://larepublica.pe/impresa/opinion/793406-niunamenos


(2) “La actriz Emilia Drago, la escaladora Silvia Vásquez-Lavado, la joven Cindy Arlette Contreras y la señora Giorgina Gamboa han sido abusadas sexualmente en un país con el más alto índice de violencia sexual en Sudamérica.
No quiero volver a repetir los índices anuales, las edades de incidencia, los espacios geográficos y perfiles de los perpetradores. No quiero volver a referirme, como lo vengo haciendo desde hace muchos años, al machismo como el sustrato, la base, sobre el cual todas las prácticas violentas de dominación masculina se erigen y se justifican; no quiero volver a hablar de la connivencia del Estado, con su indiferencia y sus operadores judiciales cómplices, ni de los medios que azuzan la lubricidad de los varones y que acusan a las víctimas de sus propios daños. Todo esto es perverso, es inmoral…”.
Esa cosa negra, Rocio Silva Santisteban, La República 19-07-2016, http://larepublica.pe/impresa/opinion/786775-esa-cosa-negra

martes, 9 de agosto de 2016

dio$ y calatas

En nuestro país mayoritariamente católico en cada puesto de periódico se muestran en primerísimos planos nalgas y tetas, evidencia de que convivimos con la doble moral. Desde discursos moralistas se niega el placer erótico, pero al mismo tiempo La Empresa instrumentaliza el cuerpo de las mujeres para hacer negocio. 

Se cosifica diariamente a las mujeres, y, al hacerlo naturalizan su subordinación, fomentan el irrespeto hacia ellas. Y “normal”. 
¿Escandalizarnos por el feminicidio?, sí, pero además: escandalicémonos de nuestra doble moral colectiva.

Selección de mi producción artística con el tema “sexo e hipocresía moral”: