lunes, 21 de diciembre de 2020

La marcha del 4 de junio del 98

Cartel hecho por alumnas de la Casa de cartón (1998). Lo simbólico, lúdico y creativo es parte de la manifestación ciudadana de desacuerdo con el autoritarismo y la corrupción, en la ola de luchas por la recuperación de la democracia en los 90. 


Registro de tres medios (El Comercio, La República, Gaceta Universitaria) de la Marcha del 4 de junio de 1998.

La marcha coordinada, entre otros, por estudiantes universitarios (lean los informes de los tres medios), es el momento en el que se hace visible el protagonismo de nueva generación movilizada contra la dictadura.







El Comercio, Somos, s/f







La República, Suplemento Domingo, 07-06-1998






Gaceta Universitaria, 09-06-1998



Registro de la participación en la marcha del 4 de junio de profesores y profesoras y alumnos y alumnas del colegio La Casa de Cartón. Fotos Herbert Rodríguez.

Taller de Arte de la Casa de Cartón, a cargo de Herbert Rodríguez


Vistas del patio del colegio la Casa de cartón, con los objetos elaborados en el taller de Arte para participar en la marcha. 

$ de junio de 1998, llegando al Centro de Lima para participar en la marcha.




Foto de grupo de alumnas y alumnos y profesora y profesor frente al Palacio de Justicia.



La juventud, alegría, vitalidad y creatividad fue una de las imágenes de la irrupción masiva de la juventud como protagonista de la lucha por la democracia en la segunda mitad de la década del 90.



M. V., alumna de la Casa de Cartón con su polo con la frase "No queremos yuca". 



La República, Suplemento Domingo, 26-12-1999





 

sábado, 19 de diciembre de 2020

Arte, política, lo joven y la calle

 Estos son apuntes para la memoria de la relación arte, política, lo joven y la calle. Ténganle paciencia pues combinaré breves textos con fuentes primarias.

Es un listado de algunos antecedentes de lo simbólico acompañando protestas ciudadanas (emblemáticos los carteles críticos con texto e imagen que portan manifestantes).




 La cita de Youngers me permite proponer como un parte aguas, en la memoria del activismo ciudadano en las calles, las masivas marchas de protesta contra Fujimori entre los años 97 y 2000, e identificar antecedentes, varios, desde diversos espacios, a esa masiva manifestación ciudadana, heterogénea, pero con un fuerte componente juvenil. 


19 de julio de 1998, columna de opinión de Gustavo Mohme en La República, sobre el protagonismo de los jóvenes en la protesta antidictadura, o “el renacimiento del movimiento juvenil”.


La marcha del 4 de junio del 1998, con masiva participación juvenil -y que sufrió la brutal represión policial- es el momento en el que se hace visible el protagonismo de nueva generación movilizada contra la dictadura.

La República, Suplemento Domingo, 07-06-1998


Registro de tres medios (El Comercio, La República, Gaceta Universitaria) de la Marcha del 4 de junio de 1998: 



Un antecedente – del activismo por la democracia- es la evolución de los DDHH en el Perú, y, en específico, cómo se produce la relación entre la defensa de los derechos humanos y el arte. 

La República,13 de diciembre de 1998, Francisco Soberón de APRODEH presenta una reseña de la evolución de los derechos humanos, noción que surge en la segunda mitad de la década del 70 en el contexto de la ola de despidos masivos, respuesta del Gobierno a los paros nacionales. 

Desde el ámbito de las artes plásticas y visuales un primer evento con participación de organizaciones de defensa de los DDHH, es la muestra -e instalación- “Por el Derecho a la Vida”, del año 1985 que se presentó, en la sala de arte de la Municipalidad de Miraflores. Importante por su logro de calidad artística y visibilidad en su momento, y, también por el lugar que hoy ocupa en la historia del arte peruano contemporáneo. 



Afiche de la exposición “Por el derecho a la vida, propuesta y testimonios”, enero de 1985.


Otro evento-referente es el festival “Viva la Vida”del año 1995, celebración de los 10 años de la CNDDHH,. Es como dice la cita de Youngers: “Las nuevas formas de protesta y concientización promovidas por los grupos de derechos humanos -y APRODEH en particular- incluyeron conciertos de rock, espectáculos artísticos, teatro callejero, vigilias y eventos similares”. El 95 Susana Villarán era la Secretaria Ejecutiva de la CNDDHH. 




Volante de difusión del evento (Diseño Elio Martuccelli), foto de camioneta trasladando materiales para el Corso- concurso por la paz (archivo Elio Martuccelli), foto de Mural en La Victoria.


El LUM tiene una Línea de Tiempo de Resistencia Cultural contra la violencia, un acopio de información sobre la memoria del vínculo entre arte-cultura y defensa de los DDHH, de mediados de los 70 hasta el 2005.  





Vistas de la sección “Resistencia cultural contra la violencia”, LUM, 2015. 

Otra vertiente a reconocer -esto es: hitos en la evolución de la relación arte, política y calle- es cuándo se hace visible la producción artística con contenido político, y eso sucede el 99, con la muestra Emergencia Artística, evento paralelo a la Bienal de Lima de ese año. Ojo, no era normal ni natural que un artista cargara su obra de contenido crítico, es decir, político, porque el énfasis -sobre todo antes de los 80- era hacer un arte centrado solo en lo estético y repitiendo algún estilo de moda internacional (y comercial). Es en la ola de protesta antidictadura que se hace visible este arte y sus creadores son parte de movidas ciudadanas en las calles (no es poca cosa que sea posible identificar en ese momento el perfil de artista ciudadano). 

Artículo de César Namuche sobre la colectiva Emergencia Artística, en el diario La Industria de Chiclayo, 20-11-1999.

“Los Aguaitones” y su “Micro por la democracia” y mural por los DDHH en la Bajada Balta de Miraflores (su borrado generó debate), dos manifestaciones del variado activismo de nueva generación de jóvenes artistas a fines del 90.  




Micro por la democracia, fotos Alejandra Ballón

Video "Micro de la Democracia Aguaitones: arte contra la dictadura".
“Registro Micro de la Democracia del colectivo Aguaitones: jornada de trabajo en casa de la arquitecta María Burela e intervención en manifestación contra la dictadura fujimorista. Año: 2000”, Jorge Miyagui.








Fotos archivo Jorge Miyagui. 


Digo que la masiva protesta ciudadana pro democracia en la segunda mitad del 90 es un parte aguas, porque es consecuencia de aportes relacionados al vínculo entre arte y ciudadanía que fueron sumando hasta generar ese punto de quiebre que fue la Marcha de los 4 suyos del 2000.


Lo subte, un antecedente del activismo político juvenil.

Antecedente del arte crítico que se hace visible a fines de la década del 90 es la movida subte ochentera, seminal y con deriva creativa intergeneracional hasta el presente. 



El rock “un fenómeno social contracultural”, no una “liviana moda musical”, afirma Oscar Malca en su artículo “La voz es el rock maldito”, La República 08-02-1985.  La compacta primera ola subte abarca de la segunda mitad del 84 hasta el 86. Un concierto emblemático fue “El rock en rio Rimac”, vean artículo de Malca, La República 26-04-1985. 


La Carpa Teatro (1986), referente generacional de la "cultura barrio"

Un espacio público significativo, de acceso libre, fue la Carpa Teatro del Puente Santa Rosa Julio-diciembre de 1986), que dio cabida a la propuesta arquitectónica del grupo Los Bestias. Herbert Rodríguez estuvo a cargo del Taller de Arte. Y la programación variada de la Carpa incluyó conciertos subtes. Pasa que la primera ola subte es un espacio de experimentalismo creativo, de cómo imaginar un arte ya no para sala de arte (el cubo blanco), sino vinculado a la calle y las temáticas relacionadas a las vivencias de los jóvenes en un país desmoronándose. 






De arriba a abajo, Juan de Dios Rodríguez, trabajador de la Municipalidad de Lima, encargado de dirigir la Carpa, jóvenes estudiantes de arquitectura de la U. Ricardo Palma en jornada de trabajo, cartel de la Carpa, artículo de Roberto Miró Quesada sobre propuesta cultural, La República 17-08-1986.


Páréntesis-E.P.S. Huayco y el giro descolonial a fines de la década del 70.

Y previo a lo subte, el festival Contacta 79 organizado por el Grupo Paréntesis y, luego, la formación del Taller E.P.S. Huayco. Las prácticas artísticas de ambos colectivos son parte del giro descolonial en el arte peruano. Proceso que se dio en toda la región y que ha sido registrado por la exposición "Memorias del Subdesarrollo, Arte y el giro descolonial en America Latina 1960-1985".



Afiche del Festival Contacta 79, diseñado por Eliseo Guzmán. 


Sticker “Cojudos” del Taller E.P.S. Huayco, 1980. Una estética con humor y de contenido crítico, con técnica y soporte -sticker impreso en fotoserigrafía- que es un manifiesto de ruptura con la manera convencional y académica de hacer arte.


En 1980 el Taller E.P.S. Huayco presenta la instalación "Arte al paso" en la Galería Forum, Miraflores. Luego, haciendo una autocritica acerca de crear para espacios de arte elitistas sale del ámbito de galerías a la calle. Emblemática la acción de exponer las serigrafías "Arte al paso" en La Colmena, Centro de Lima. 



Proceso de montaje de la "Sarita Colonia" de E.P.S. Huayco, 1980. Colocada en una loma a lado de la Panamericana Sur Km. 54 1/2. Esto significó crear una obra para el espacio público y para un público popular urbano. 


El cambio de paradigma y sus características, las prácticas artísticas que valoran tanto lo local como lo popular. 


Del Pueblo y Posesiva de Mí

Referente de la “cultura barrio” es el grupo Del Pueblo y su ópera rock “Posesiva de Mí”. Artículo de Caretas (04-06-1984) reseña esa propuesta cargada de calle.





El "Despertar revolucionario" de los 60s.

El 2007 López y Tarazona presentan en el CC España la exposición “Persistencia de lo efímero”. En el Perú el arte no objetual aparece en los años 65-75. Creadores peruanos se apropian y despliegan de propuestas con referentes en la Ambientación, el Happening, el Arte Conceptual, el Arte Pop, el Arte Op y el Minimalismo, entre otras expresiones del arte contemporáneo disruptivo con el canon moderno (representado, entre otros estilos, por el arte abstracto). Esa exposición significó un descubrimiento de una tradición crítico en el arte que había quedado en el olvido.  Y es el antecedente de Paréntesis y E.P.S. Huayco en la medida que Francisco Mariotti, miembro de E.P.S. Huayco, transitó por ambas escenas.

Relevante este periodo en el que Juan Acha es un pensador activista ("Despertar revolucionario" es el título de uno de sus escritos de época) . Su partida a México en 1972 es, a la vez, la del inicio de su desplegué como teórico de talla latinoamericana, y, también, el momento en que se diluye el activismo  local de la los artistas -que Alfonso Castrillón llama- "La Generación del 68". 

 


El tránsito de los 70 a los 80 en el Perú es un periodo que recién comienza a ser investigado.



Catálogo de la muestra "La persistencia de lo efímero. orígenes del no-objetualismo peruano: ambientaciones / happenings / arte conceptual (1965-1975)", Miguel López, Emilio Tarazona, CC de España, 15 de marzo al 29 de abril de 2007.



“…Ah! Y el chino de la esquina…?”, de Luis Arias vera, una de las obras recuperadas por “Persistencia de lo efímero”. Una señalización en el piso venia desde la calle -desde la bodega del “chino de la esquina”-, e ingresaba a la sala de arte. Propuesta de vincular arte y vida cotidiana. 



Luis Freire en su artículo “De cómo el Gral. Velazco reventó el “¡Pop! Art”” (El Observador 23-03-1983) hace una reseña del periodo previo a Paréntesis y E.P.S. Huayco, y señala que Mariotti “constituyo un pasaje por el cual llegaron a fines de los 70 algunas experiencias del Pop Art y la vanguardia, junto con preocupaciones políticas y populistas que influyeron en el grupo “Huayco” de Barranco y su “Salchipapas” y “sarita Colonia”. 



El nacimiento del arte no objetual con artistas como Teresa Burga, Rafael Hastings, Emilio Hernández, Luis Arias Vera, entre otrxs, es el antecedente más lejano de lo que se despliega desde el 79 de manera ininterrumpida hasta el presente: arte y vida cotidiana, que incluye la cultura de la calle y la influencia de lo popular masivo. 

Lo “chicha” (el color intenso, que era visto como huachafo por los conservadores elitistas, es reivindicado con desenfado por creadores autónomos como parte de su afirmación de orgullo e identidad local) y el humor, y, también, los contenidos críticos y políticos junto con el experimentalismo creativo (todo tipo de técnicas, todo tipo de soportes, mucho de creación colaborativa, muchas veces con obras efímeras de las que a veces no queda registro), en su momento -en el ciclo de protestas 1997-2000- se convierten en un componente natural del desborde ciudadano defendiendo la democracia en las calles. 


Retornando al cambio de siglo y la escena post Fujimori.

Regresando al momento de la caída de Fujimori en el cambio de milenio, se hace visible el Foro Social Perú, con la defensa de Tambogrande como una de sus primeras campañas. Se abre el periodo de las “Resistencias creativas” y la agenda de lucha antineoliberal.  



Afiche de la Campaña de Defensa de Tambogrande, 2003



Activismo del Foro Social Perú y la Coordinadora Otro Mundo es Posible, Plaza San Martín 2003


Se considera un hito la marcha de protesta por el baguazo, el 2009, por lo masivo que fue, que hace pensar en ese momento en una reactivación de la participación política ciudadana luego del periodo 97-2000. 



!!-06-2009, Centor de Lima, protesta ciudadana por el baguazo.



Noviembre del 2007, exposición colectiva en el Centro Cultural de San Marcos del Parque Universitario, organizado por el PDTG, presentó la creatividad crítica y activismo de nueva generación de artistas.  

La ola de marchas entre el 2012 y 2014 (entre ellas contra la repartija y la “Ley Pulpín”), hacen visibles las “redes de indignación”, esto es, la articulación de acciones de ciudadanxs indignadxs por redes sociales.
Interesante la coincidencia de artículos de Claudia Cisneros, Nelson Manrique y Rocío Silva Santisteban, registrando al agitación ciudadana en las calles, en algún caso haciendo reseña de los antecedentes de la ola de marchas del 2015. Recordando que el segundo gobierno de García fue uno de criminalización de la protesta. 







En “Mitos y realidades de la minería en el Perú”, 2013, leemos que: “El arte gráfico y visual viene aportando a la reflexión y acción político social con manifestaciones de diversas índoles, que contiene un espíritu crítico y confrontador en la búsqueda de construir nuevos imaginarios de justicia social /…/. Hemos visto una fuerte presencia del arte desde sus diversas expresiones culturales en proceso de movilización social recobrando una mayor fuerza a partir de los luctuosos sucesos de Bagua en 2009”.



El Averno de Quilca, fue un espacio que acogió la creatividad autónoma entre los años 1998-2012. Su director Jorge Acosta es musico de Del Pueblo, y su director artístico Herbert Rodríguez fue miembro del Taller E.PS. Huayco.  En esa medida se puede decir que fue un espacio de diálogo intergeneracional. 


2001, primer mural en la fachada del CC El Averno.

Cuadra 2 de Jr. Quilca, c. 2010

El Búho escribe sobre El Averno, visible y reconocido centro cultural alternativo, diario El Trome, 14-08-2010. Cosificación de la mujer y columna de opinión, contraste que refleja mucho la realidad peruana, siempre al borde del doble discurso. 


En diversos contextos y a lo largo de las décadas emergen nuevas generaciones, protagonistas de la reserva moral del Perú. Sus acciones y propuestas, son un aporte de recursos para fortalecer el activismo democrático de la sociedad civil. 

La memoria de la evolución de la relación arte, política, lo joven y la calle es una parte importante del libro Inteligencia Salvaje, basado en fuentes primarias, parte de las cuales acompañan esta breve reseña, que iré actualizando y completando información.

 
Carátula y contracarátula, del libro “Inteligencia Salvaje, la contraesfera pública 1979-2019”, Issela Ccoyllo, Jorge Villacorta, Herbert Rodríguez, que brinda información panorámica de cuatro décadas de arte crítico en Lima.


ACTUALIZACIÓN: