sábado, 19 de junio de 2010

Grabado digital: arte con nuevas tecnologías

Herbert Rodríguez, Máscara, serie 2010

Cómo integrar a la práctica artística las nuevas tecnologìas como recurso artístico y creativo es un debate abierto, ciertamente con pocas voces interviniendo en él. Alfonso Castrillón propone la necesidad de la definición entre fomentar y preservar la tradición del grabado manual y/o dejar abierta la posibilidad de continuos desarrollos técnicos..., este es el punto: dentro de nuestro conservador medio y, además, con su precaria institucionalidad artística,¿què hacer con la actualización?, ¿apostar por conservar -lo ya bastante desafasado de la propia tradición occidental- o renovar empoderando, por ejemplo, el grabado digital?.

En todo caso entre el canon griego (Bellas Artes) o el modernismo (Artes Plàsticas), debemos integrar las Artes Visuales, y, no estaría mal establecer puentes entre el Diseño y la Industria Cultural, creo que la cosa va por ahí.

Va texto de Alfonso Castrillón, útil para ver algunos de los temas involucrados en el debate.


SOBRE EL GRABADO: dudas y certezas

Por:
Alfonso Castrillón

Imaginemos a Rembrandt o a Goya trabajando algunos de sus más famosos grabados: la preparación de la plancha, la aplicación de la resina, los diseños sobre la superficie con el buril y luego los baños en el ácido, una y otra vez, hasta lograr las texturas y la gradación de grises requeridos. Un trabajo increíble que podía durar días y semanas. Demos ahora un salto al presente donde un artista que, sentado frente a la computadora y manejando el mouse con habilidad, crea imágenes, texturas, combina colores e incluye figuras que ha escaneado de revistas y periódicos; luego presiona sin esfuerzo una tecla, imprime el resultado y obtiene cuantas copias desea. ¿Se puede llamar grabado al resultado?

El último concurso de grabado convocado por el ICPNA deja abiertas algunas dudas y otras tantas certezas. De los veinte seleccionados, 15 han trabajado con técnicas tradicionales Y los restantes con impresiones digitales o “compugrafías", que es como llamo yo al procedimiento electrónico. Aunque estos todavía sean pocos marcan, Sin embargo, la tendencia a aumentar rápidamente, hecho que merece una breve explica ión.¿Cuál es el soporte, la plancha ... ? La pantalla, ¿el buril? El mouse. No se necesitan ácidos que fijen las imágenes; el soporte es deleble, se puede poner en él colores y formas, borrarlas luego y no pasa nada. (En realidad no existe, pero esto me es difícil de explicar). ¿Los colores? Se sacan de la nada y los hay a millares, como en un muestrario Phanton, pero están físicamente contenidos en los cuatro cartuchos de la impresora. Con la computadora se puede entonces pintar, me dirán. Sí, se puede pintar, pero la diferencia con el grabado es que la primera debe ser única y el segundo, reproducible. La pintura todavía carga a cuestas el mito del unicum, irrepetible; mientras el grabado perdió la inocencia, perdió, según Benjamin, el "aura". Esto no quiere decir las copias tengan menos valor que el original. Pero en el caso del grabado ¿cuál original? La plancha no es más que un trozo de metal trabajad o con las imágenes al revés, es sólo el medio para lograr el original, que son todas las copias de la edición. El procedimiento impone sus propios límites, por eso, conseguida una edición prudente, aunque limitada de copias, se anula la plancha original, se la perfora para invalidarla. Con esta especie de “castración” se contribuye a devolverle el aura perdida.

¿Qué pasa con la reproducción computarizada? Se puede hacer millares de copias y se supone que iguales, dependiendo de la calidad de las tintas y del papel. Pero aquí la proliferación y abundancia no creo sean las metas deseadas, porque nos estaríamos acercando a las reproducciones seudo artísticas de los diarios. Cualquiera tiene derecho a recortar una imagen reproducida masivamente y ponerle un marco. (De hecho mucha gente lo hace recortando paisajes o mujeres desnudas que luego pega en las paredes). Debemos admitir que la esencia del grabado es su reproductibilidad, pero ¿puede prodigarse en extensas ediciones que alteren su forma y descuiden su artisticidad? La idea de que el primero como el último de la serie deben ser, en lo posible, iguales, ¿pasó a la historia? (En el concurso se dio el caso de que un grabado presentado difería notablemente de la copia que las bases pedían para poder compararlos).

Frente a estas dudas la única certeza es la intención que quiera darle el ICPNA al concurso de grabado y cuáles son sus objetivos: fomentar y preservar la tradición del grabado manual y/o dejar abierta la posibilidad de continuos desarrollos técnicos. De esto dependerá un cambio en las bases del concurso que deberán considerar el tiraje de las obras presentadas, la calidad de los colores que aseguren la máxima durabilidad y el papel utilizado. (Una impresión en cuché es más nítida que en papel poroso). Los objetivos pueden ser los dos nombrados arriba, siempre y cuando se definan claramente los alcances de la técnica computarizada y qué se entiende por ella.


Tríptico, XXXIII Salón Nacional de Grabado ICPNA 2010
Marzo-abril 2010
Galería Juan Pardo Heeren

3 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.molinaripixel.com.ar/videos/%C2%BFque-es-la-impresion-giclee/

Mariano Castro Rivas dijo...

El formato digital, si bien no es algo sólido, existe, ya que es un formato que tiene escrita la información de qué color corresponde a cada punto. Cuánta más información, supone más calidad, y eso limita el tamaño.

Mariano Castro Rivas dijo...

El formato digital, si bien no es algo sólido, existe, ya que es un formato que tiene escrita la información de qué color corresponde a cada punto. Cuánta más información, supone más calidad, y eso limita el tamaño.