Herbert Rodríguez, "TODOS TIENEN MIEDO", 1998.
¿Cuál fue la actitud de los artistas plásticos en relación a la Política y los Derechos Humanos de los 80s y 90s? Muchos se callaron y se escondieron por miedo.
“Tuve miedo por mi familia”, dijo el 2000 un artista plástico en una galería de arte miraflorina. En los 80s y 90s, durante la guerra sucia y, luego, durante los años del terrorismo de estado, asustados padres como él se escondieron.
Esa fue la actitud de muchos en la sociedad limeña de esas décadas.
¿Ha cambiado algo esa actitud en el hirviente Perú de hoy? En su amplia mayoría los artistas plásticos limeños siguen igual, indiferentes a la realidad, encapsulados o ensimismados.
Mi opción en los 80s y 90s fue “comerme el pleito”, esto es: cargar mi obra de contenido crítico.
CONTEXTO DE LA OBRA TODOS TIENEN MIEDO
El autogolpe de Fujimori (05/04/1992) devino en un estado totalitario, donde el poder se sostenía en el miedo y el terrorismo de estado, que, además, instrumentalizó al “terrorismo” (Abimael Guzmán fue capturado el 12 de setiembre de 1992) para mantenerlo como coartada para que mayorías aplaudieran medidas, cuyo fin real era robar eliminando toda fiscalización; y, también, se compró y cooptó la voluntad de mayorías empobrecidas a través del clientelaje.
LA ESTÉTICA DE TODOS TIENEN MIEDO
La estética de la indignación y el asco moral y el absurdo para provocar. A través de la acumulación de sensaciones, integrando múltiples técnicas en una sola obra, con una intención visceral. Colocando la obra en un contexto de “instalación” conformada por fotocopias, serigrafías, carteles, pinturas, ensamblajes.
Creando una propuesta de arte crítico que subvierta las percepciones rutinarias asociadas al pensamiento autoritario, rígido y convencional.
Arte crítico cuyos referentes en el arte internacional son las búsquedas libertarias de las vanguardias artísticas históricas y el accionismo dentro del espíritu del Mayo del 68.
Y, en el arte local, el experimentalismo del Taller Huayco y los Subtes/Bestias.
Herbert Rodríguez, Instalación en la Casa Yuyachkani, para el festival Con-Muévete, 1998.