Los artistas no aparecemos en las políticas públicas en tiempo de pandemia, debemos presionar para que se nos tome en cuenta… nada nuevo, décadas de ausencia de liderazgo y de voluntad política desde sucesivos gobiernos, lo de “cultura última rueda del coche” como letanía. Por eso la frase: “EL ARTE NO SIRVE PARA NADA”. ¿Indignará esa afirmación? Son tiempos de hipersensibilidad de los colegas ante la sobrevivencia personal amenazada (el artista que al igual que muchos se ve en la incertidumbre de qué va a vivir en los próximos días, semanas), pero el arte ha venido dando soporte a instituciones basadas en categorías coloniales que son parte del racismo naturalizado, es decir, el arte y su instituciones tienen muy débil legitimidad, así, ¿pedir que se nos considere y de apoyo? El arte de clase media y ensimismada sirve, pero para sostener un sistema basado en la opresión cultural.
Otro: hacer arte reciclando soportes que han estado por años en la intemperie. Limpiarlos, lavarlos y reutilizarlos para hacer lo que llamo “arte de azotea”. Y desplegar expresividad artística. Expresionista. Cargada de intensidad, pintura salpicada, brochazos, colores contrastados, gráficos. Usar esténcil y espray. NADA DELICADO, nada “bonito-sofisticado”. Un arte pobre, del recurseo. La muerte se presenta en forma de epidemia, respondamos creando con fuerza.
EL ARTE ES BONITO, más allá de que “bonito” o bello es algo culturalmente condicionado (para mí un arte visceral cargado de autenticidad es bonito), el sentido común guiado por estereotipos y prejuicios eurocentristas y de las bellas artes sobrevalora lo elegante-sofisticado, como decirlo, se considera “arte” aquel de museo, solemne, sobrio, armonioso y elaborado con técnicas de “tienda de arte”. Un placer intervenir pintura de perro sinterizado con esa frase, a ver, ¿esa pintura quedará bonita como decoración para departamento?, digo que sí, el de alguien que le importan poco las mentiras artísticas institucionalizadas de un arte retórico y esteticista. Este es un tema: ¿por qué hacer un arte a contracorriente del esteticismo elitista, algo no comercial complaciente?. Pues por las ganas de ser libre-auténtico. De decir algo relevante. De crear, esto es, innovar, no repetir creencias conservadoras vacías e hipócritas. De mirar la realidad y buscar respuestas (manifiesto visual) a nuestros problemas colectivos.
El inicio.
¿Alguna vez no he sido "burgués"?
Letras recortadas utilizadas en obras en la década del 90
Monotipia de 1991.
#RESISTIR CREANDO
Serie de pinturas hechas en tiempo de cuarentena, las primeras semanas del mes de abril de 2020.