RESUMEN:
Las obras del artista son parte de colecciones de arte peruano, al otro se lo llama “artista popular”, “artesano”, “artista tradicional” (categorías coloniales) y sus obras son “piezas etnográficas”. Las instituciones del arte expresan de manera lineal y simplista el discurso colonial (lo europeo superior, lo indígena inferior); violan los Derechos Humanos pues discriminan por identidad cultural. EL RACISMO NO ES NORMAL y corresponde que seamos capaces de salir de la indiferencia y las inercias para impulsar la reforma radical de las instituciones del arte, implementando el enfoque intercultural.
TODOS NACEMOS LIBRES E IGUALES, por lo tanto, NO EXISTEN CULTURAS SUPERIORES O INFERIORES, esto es lo que implica el Principio de la igual dignidad y respeto de todas las culturas.
El Derecho a la Cultura es un Derecho Humano, implica que, por ejemplo, en las salas de arte estén presentes las distintas formas de expresión cultural (y modos de creación artística) de las múltiples culturas del Perú.
No debe haber segregación o subordinación, ni utilizarse categorías que impliquen lógica colonial (“artesano”, “artista popular”), en la selección de obras que forman parte de colecciones de “arte peruano”. Hoy lo que se viene dando, en instituciones del arte, es irrespeto a los Derechos Culturales; se segrega el arte de las culturas herederas de la cultura andina, nativa o afroperuana.
Por un lado el "arte popular" (o "artesanía", o "arte tradicional") se exhibe en “colecciones etnográficas”, por otro lado la obra de los artistas se presenta en “salas de arte”, esto es apartheid cultural.
Por un lado el "arte popular" (o "artesanía", o "arte tradicional") se exhibe en “colecciones etnográficas”, por otro lado la obra de los artistas se presenta en “salas de arte”, esto es apartheid cultural.
Repito: museos de arte violan los Derechos Humanos, ejercen violencia día a día y su práctica refuerza brechas entre peruanos, en fin, son –se mantienen como– una herramienta de opresión colonial.
Vergüenza para quienes vienen siendo parte de esto: directores, curadores, historiadores, equipo docente, etc., ¿cuál es su calidad profesional y ética?, por acción u omisión estos profesionales sostienen un estado de cosas establecido basado en prejuicios y estereotipos.
Pero inmensa mayorías, eventualmente han visitado las salas de arte peruano de museos, y, ¿SE HAN SENTIDO INDIGNADOS?, ¿se han dado cuenta del racismo o discriminación por identidad cultural que ejerce el museo?, desde la sociedad civil, ¿surgen pedidos de respeto a estas instituciones, o a los artistas y demás actores de esas instituciones?... digo que no, digo que lo que prevalece de manera generalizada es tomar como natural-normal que AL OTRO (al no limeño criollo, al heredero de las culturas originarias) NO SE LO CONSIDERA COMO ALGUIEN IGUAL.
Lo que digo ya ha sido dicho, solo que falta acompañar a las palabras con voluntad política. Libro "¿Arte popular? Tradiciones sin tiempo" contiene ensayos sobre el debate arte/arte popular.
Lo que escribo y digo no es algo que no se venga diciendo, somos una sociedad racista. Lo que resalto aquí es como las instituciones que se supone expresan lo mejor de la cultura nacional –el museo de arte–, espacios cuyos protagonistas (otra vez: se supone que…) son profesionales de la inteligencia, expresan de manera lineal y simplista el discurso colonial: lo europeo u occidental es arte, lo local es “arte popular” o “artesanía”. Uno superior, ciudadano de primera clase, el otro inferior, ciudadano de segunda clase. Uno está en colecciones de arte peruano, al otro se los presenta segregado en colecciones etnográficas.
Regreso al inicio: las instituciones del arte violan los Derechos Humanos y nos parece normal. EL RACISMO NO ES NORMAL y corresponde que seamos capaces de salir de la indiferencia y vencer las inercias, para impulsar la reforma radical de las instituciones del arte, implementando el enfoque intercultural.
Los beneficios de la convivencia con respeto entre peruanos, al concretar reformas, serian múltiples, desde aprovechar nuestra fortaleza (país con rica diversidad cultural) como nuestra diferencia competitiva (vía las Industrias Creativas y Culturales), hasta la regeneración del tejido social.
La reforma de las instituciones artísticas es un reto generacional... y tiene que ver con el reto de salir del economicismo (ese que mata al planeta con su idea reduccionista de "progreso"), para concretar el desarrollo sostenible, pero si no acabamos con el racismo ¿cómo hacer realidad la frase: “Ser competitivo en nuestro país es considerar las potencialidades de nuestra diversidad cultural”?
SALGAMOS DE LA INERCIA.
SALGAMOS DE LA INERCIA.
(*) “Para que las obras maestras del mundo entero nazcan Libres e Iguales” es el título del manifiesto que Jaques Kerchache publicó en 1990, “un llamado a la apertura de la octava sección del Louvre, dedicado a las artes de África, Asia, Oceanía y las Américas”.
Ver: Louvre, Colecciones y Departamentos, El Pabellón de las Sesiones
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