El artista, por omisión, viene siendo responsable de la discriminación de los modos de creación artística de herencia indígena. Sus actividades y productos legitiman a las instituciones del arte que sostienen el racismo naturalizado en el Perú.
¿Por qué no indigna la discriminación por identidad cultural que,
desde museos de arte, ejerce el sector culto limeño?
Discriminar los modos de creación artística de herencia indígena es racismo cultural. El arte de herencia indígena no es "arte peruano", se lo denomina con categorías coloniales ("artesanía", "arte popular", “arte tradicional”) y se lo segrega.
Los artistas plásticos no toman distancia de cómo su práctica sostiene el racismo cultural, y cómo sus actividades y productos legitiman a las instituciones del arte (museo de arte, historia del arte, escuelas de arte, prensa cultural) que sostienen el racismo naturalizado en el Perú.
El artista limeño, ¿no se da cuenta de que es responsable del maltrato al otro? La violación de los derechos culturales es un hecho cotidiano, tiene graves consecuencias en la convivencia entre peruanos. El artista, por omisión, viene siendo responsable de la discriminación cultural.
Acabar con la lacra del racismo implica implementar el enfoque intercultural en la selección de obras que conforman las colecciones de arte peruano de museos.
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